- Algunos trabajadores acudieron a urgencias tras enfrentarse con policías.
Las primeras horas de la huelga convocada en Vitrasa para reclamar mejoras laborales y finalizar con la falta de descanso y con el exceso de jornada dejaron momentos de tensión por los intentos de boicot de la empresa, que no le permitió al comité de huelga identificar a los autobuses en servicios mínimos. A consecuencia de la actuación policial, varios trabajadores tuvieron que ser atendidos en urgencias por lesiones de distinta consideración. Los incidentes se produjeron a primera hora de la mañana de ayer en las instalaciones de la concesionaria del servicio de transporte urbano del Ayuntamiento de Vigo, en la carretera de Camposancos. El comité de huelga procedía a identificar con un documento sellado los vehículos que se encuentran en servicios mínimos para garantizar que ningún trabajador pudiera colocar por su cuenta el rótulo electrónico de servicios mínimos y, de este modo, no secundar la huelga de manera camuflada.
El presidente del comité de empresa, Imanol Arnoso, explicó que esta fue la manera de proceder hasta ahora en cada uno de los paros convocados en la empresa, pero en esta ocasión la dirección se negó: «en un claro intento de impedir el derecho de huelga». A pesar de todo, el seguimiento del paro —añadió Arnoso— está siendo prácticamente total en el turno de mañana, que dio comienzo a las 5:00 horas, ya que únicamente cuatro conductores que no estaban en servicios mínimos —fijados en el 60 %— fueron a trabajar.
La huelga de 24 horas continuará hoy y tendrá continuidad todos los viernes y sábados hasta el 13 de diciembre, cuando pasará a ser de lunes a viernes de manera indefinida a excepción de los festivos. El comité de empresa —asegura el comité— decidió retomar la convocatoria de los paros por la actitud inmovilista de la empresa a lo largo de casi un año de negociaciones.
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