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El día que Einstein visitó la CNT de Barcelona y se interesó por el movimiento obrero

En 1923, entre febrero y marzo Albert Einstein visitaba España para dar una serie de conferencias en Barcelona, Zaragoza y Madrid sobre sus logros científicos, invitado por el matemático Julio Rey Pastor y el ingeniero y físico Esteve Terradas (Mancomunitat de Catalunya i l’Institut d’Estudis Catalans). Durante dos semanas fue el protagonista de la vida social española.

Cultura y Anarquismo: Albert Einstein y el anarquismo
Einstein nació en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879. El pequeño Einstein no dio señales tempranas de genio. Fue lento para aprender a hablar, tenía un comportamiento taciturno de niño y tendía a caminar pensativo y a soñar despierto.

En este artículo resumiremos los hechos más relevantes de su visita a Barcelona y nos centraremos en uno que tuvo lugar el día 27 de febrero: la entrevista de Albert Einstein con Ángel Pestaña y otros dirigentes anarquistas.

El científico llegaba a Barcelona convertido en una celebridad mundial después de haber ganado el premio Nobel por sus aportaciones a la física teórica y por el descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, calificándolo la prensa como el Newton del siglo XX y comparándolo con los grandes genios universales Galileo y Copérnico.

«Precedido de fama mundial ha venido a Barcelona el doctor Einstein, para explicar en un cursillo de conferencias su famosa teoría de la relatividad. En los Estados Unidos, en Londres y recientemente en París, alcanzó el sabio alemán ruidosos triunfos con sus conferencias dadas en las más importantes corporaciones y sociedades científicas», anunciaba la prensa.

Como anécdota, cuando el físico alemán llegó a la estación de tren de Barcelona no había nadie para recibirle. Se había olvidado avisar en qué tren llegaba por lo que tuvo que pasar la noche junto a su esposa en una pequeña pensión y no en la habitación del hotel Ritz que tenía reservada.

El científico no quiso abandonar Barcelona sin visitar la sede del sindicato CNT donde se reunió con el dirigente anarcosindicalista Ángel Pestaña. Durante este encuentro Pestaña le informa de la lucha social en Barcelona, y se sabe que Einstein le recomienda que hiciera leer Spinoza a sus sindicalistas.

Einstein en Catalunya

La sala de la CNT estaba llena de obreros que ya habían oído hablar del compromiso social del científico y no quisieron perderse la visita ni sus declaraciones. El científico hizo un elogio a los obreros catalanes señalando que ellos eran revolucionarios de la calle y él de la ciencia y apuntó que las cuestiones sociales y el movimiento obrero le preocupaban muchísimo.

«Vosotros -dijo- sois revolucionarios de calle y yo soy de la ciencia».(*)

Solidaridad Obrera (11-3-1923), que se hacía eco de la visita de Einstein a la ciudad, afirmaba que el científico había aceptado presidir el III Congreso de la Asociación Mundial Internacionalista de Esperanto y recordaba su paso por el sindicato : «Como recordaréis, camaradas, cuando Einstein estuvo en Barcelona fue a visitar a la representación obrera en el local de la Distribución, donde pronunció un elevado discurso, contestándole Pestaña en nombre de la Confederación Nacional del Trabajo.»

El nobel en su visita también acudió a ver el monasterio de Poblet, la Escola del Mar, la Universidad y las basílicas de Terrassa. Pero uno de los encuentros que levantó más expectativas fue el que tuvo lugar en la confederación anarcosindicalista de la calle Baja de San Pedro, donde lo recibieron los dirigentes de la CNT Ángel Pestaña y Joaquín Maurín.

(*)ACLARACIONES:

Einstein y la Barcelona anarquista

El pacifismo manifestado por Einstein públicamente, así como el rechazo a la firma del manifiesto de los intelectuales alemanes donde apoyaban a los objetivos militares del káiser en la Primera Guerra Mundial (el manifiesto de los 93) habían convertido Einstein en un auténtico héroe de las clases trabajadoras. Einstein se negó a firmar este manifiesto, que habían firmado todos sus colegas, como Max Planck, entre otros. Además, en 1914 el físico alemán firmó un manifiesto contrario al conflicto bélico y favorable a la unidad de Europa.

El día 27 de febrero de 1923, una delegación del Sindicato Único del Ramo de la Distribución de la Confederación Nacional de los Trabajadores (CNT) se encontró con Einstein en el Ritz (aunque otras fuentes dicen que en la Academia de Ciencias, tras la conferencia), y con la intermediación de Rafael Campalans, fundador de la Unión Socialista de Cataluña y hombre de izquierdas, el invitaron a impartir una charla en el sindicato. Según los diarios de la época, durante el encuentro Einstein manifestó su sorpresa por el numeroso analfabetismo que había en España, contestó la referencia de Ángel Pestaña sobre la represión en el país diciendo que creía que era más debida a la estupidez que a la maldad, y recomendó a los obreros leer la obra del pensador racionalista Baruch Spinoza, fuente de muchas cosas buenas y consejos muy oportunos.

La mayoría de agencias de prensa (incluyendo el London Times publicado el 2 de marzo) reprodujeron las siguientes palabras de Einstein a Pestaña: Yo también soy revolucionario, pero en el terreno científico. Como científico, me preocupan también las cuestiones sociales, por considerar que constituyen uno de los aspectos más interesantes para la humanidad. Sin embargo, Einstein siempre negó haber pronunciado la primera de estas frases, ya que no se consideraba un revolucionario, ni siquiera en el ámbito científico, y no creía en la sociedad socialista ni en el programa de producción de los comunistas.

Lo cierto es que la atribución de aquellas declaraciones al sabio alemán no parecía demasiado coherente, no sólo porque no representaban sus opiniones políticas socialdemócratas, sino también porque a lo largo del viaje por el Estado español presentó la relatividad no como una revolución, sino como una extensión o culminación ( «traducción» fue otra expresión que empleó) de la física de Galileo y Newton. En definitiva, Einstein intentaba conservar lo que se pudiera salvar de la física clásica y eliminar sólo lo que obstaculizara el progreso de la ciencia.

Según el historiador Thomas Glick, uno de los principales estudiosos sobre la visita de Einstein en España, probablemente el malentendido se produjo porque, por un lado, Einstein tenía facilidad para decir a los oyentes lo que querían oír, y de la otra, los periodistas que seguían la entrevista entre el sabio alemán y Ángel Pestaña no entendían bien el francés, y atribuyeron a Einstein las palabras del líder anarquista.

Según el diario madrileño El Liberal, Pestaña dijo en francés: Así como el sabio alemán, con sobre teorías, ha revolucionado la ciencia, los obreros, por medio de la unión, aspiran a revolucionar el orden económico existente. A lo que Einstein contestó modestamente que él no había hecho más que deducir consecuencias derivadas de la investigación de los científicos anteriores, y aconsejó a los obreros moderación en destruir o renovar, porque no todo lo antiguo es malo.

Este incidente nos muestra Einstein como una figura comprometida con las causas populares y, al mismo tiempo, preocupada por su independencia política y su imagen pública. Años después, otro de los dirigentes anarcosindicalistas presentes en el encuentro, Joaquín Maurín, escribiría a Einstein desde Nueva York (9 de mayo de 1950): puedo evocar el nombre de un conocido común, Rafael Campalans? Yo era un antiguo amigo suyo, y un miembro del grupo que lo invitó, a usted, a dirigir unas palabras al Sindicato de Trabajadores de Barcelona. Usted fue tan amable que vino y, aunque no dio ninguna conferencia, habló con nosotros. Todavía recuerdo una recomendación que nos dio: lean la Ética, de Spinoza. Una copia de la carta se encuentra en el Archivo de la Hoover Institution, Stanford, California. Maurin había incluido una lista de cuestiones filosóficas que deseaba que Einstein contestara, pero no se conserva ninguna carta de respuesta.

Durante su estancia en Cataluña, Einstein visitó Poblet y la Espluga de Francolí, donde se fotografió con un grupo de niños

También en Madrid

Ya en Madrid, Einstein fue recibido por el Rey Alfonso XIII. Como recuerdo del encuentro se tomó una curiosa fotografía en la que él aparece con los ojos abiertos mientras casi todos los demás, incluido el monarca, tienen los ojos cerrados.

Alfonso XIII y Einstein, en el centro, durante la visita del científico a España en 1923.

En su paso por la capital Einstein dejó claro su gusto por el arte visitando en tres ocasiones el Museo del Prado y una el monasterio de El Escorial. Otros de los lugares que conoció el científico durante su paso por Madrid fueron la Residencia de Estudiantes, la Universidad Central de la calle San Bernardo, donde fue nombrado Doctor Honoris Causa, o el Ateneo. También quiso acercarse a Toledo para contemplar en primera persona ‘El entierro del Conde Orgaz’, de El Greco.

Su agenda estuvo repleta de actos oficiales y charlas en las que contó con un público distinguido en el que se encontraban intelectuales de le época como el científico Santiago Ramón y Cajal, el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset o el escritor Ramón Gómez de la Serna.

Zaragoza

El viaje de Einstein por España acabó con una breve visita a Zaragoza en la que daría otro par de conferencias y donde aprovechó para visitar el Pilar, la Lonja y la Aljafería.

El ‘Heraldo de Aragón’ remite un suceso ocurrido durante la estancia del genio alemán en tierras mañas. Resultó que, al finalizar una de sus lecciones magistrales, los organizadores quisieron conservar la pizarra en la que Einstein se había apoyado para dar sus explicaciones. El físico no tuvo inconveniente e incluso tuvo a bien sellar su autógrafo en el encerado. No obstante, a día de hoy sigue sin conocerse el paradero de aquella pizarra.

Einstein abandonó el país el 11 de marzo de 1923 y muchos historiadores concuerdan en que la visita del admirado nobel no supuso ningún impulso para las ciencias españolas como creían los impulsores de la visita, aunque sí fue útil para dar apoyo a la lucha sindical libertaria.

Fuentes: Contrainformacion.esL’ase quàntic Fragmentos del libro CNT. La Fuerza obrera de Cataluña, de Ferran Aisa, Editorial Base, Barcelona, ​​2013. Y notas de prensa.