Los tres sindicatos con representación en Pilkington, CCOO, UGT y CGT en el Camp de Morvedre van a convocar a un gran manifestación el próximo 23 de noviembre «en defensa, no de unos puestos de trabajo, sino del futuro de la Comarca y su Industria».

Así lo ha comunicado la Unión comarcal de CC OO tras rechazar de forma clara los 116 despidos anunciados en Pilkington junto al cierre de una de las dos líneas de la factoría, la de laminado. «Es nuevamente el momento de defender la industria, nuestra industria, nuestro futuro», afirman.
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Tras esa confirmación de la dirección de la planta, en el sindicato admiten que «se han activado todas las alarmas, tal y como sucediera en los procesos de TK Galmed y desgraciadamente Bosal».
«Esta lucha desgraciadamente no es nueva, y este nuevo ataque al tejido industrial y económico de la comarca del Camp de Morvedre va a tener una respuesta contundente por parte del conjunto del sindicato», afirman.
A su juicio: «El planteamiento que realiza la dirección de dejar caer un parte de la planta, con la excusa de que la otra parte puede ser rentable, es una mera engañifa».
Para CC OO, «es inaceptable el traslado de producción a otras plantas del Grupo, y por tanto la Dirección General de Trabajo, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Sagunto debe impedir tamaña desfachatez».
Así, dejan claro «Basta ya de manos tendidas a una Dirección que pretende aprovecharse de los trabajadores y del esfuerzo tanto de los trabajadores como de una comarca que incluso la apoyo tras la reconversión de la siderúrgica y que ahora pretende solo atendiendo a intereses políticos salvar las plantas italianas en detrimento de una planta rentable como es la de Sagunto».»Ahora mas que nunca en un proceso de recuperación económica tras la pandemia se debe defender la industria y evitar las deslocalización máxime cuando las ayudas europeas para impedir la quiebra industrial están mas presentes que nunca», remarcan.
Desde CC OO insisten en que «una vez más, esta comarca ve en peligro una de sus industrias en base a planteamientos políticos que no industriales tal cual ocurrió con Thyssen cuando decidió cerrar las plantas fuera de Alemania o como Bosal que cerró la planta pese a ser rentable económicamente».
Por eso, dicen «Basta ya» y aseguran que «la plantilla junto a los sindicatos vamos a plantar batalla a una multinacional que pretende deslocalizar la producción y dejar a la comarca sin industria».
Junto a esto denuncian que «como una muestra más de la actitud de la dirección, ahora tras la convocatoria de huelga a partir de la semana que viene realizada por la representación social, se pretende cambiar el calendario de producciones, con la pretensión de minimizar el impacto de la Huelga».