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Cultura Obrera

‘Los hombres de la viga’, la imagen anónima de los obreros jugándose la vida

Es una de las fotografías más famosas de los tristemente famosos años de la Gran Depresión. Once hombres sentados en una viga en lo alto de un rascacielos en el momento del almuerzo. ¿Es real o es una composición? No se sabe mucho de su origen pero ha generado mucha literatura y leyenda a su alrededor. Hoy lo único que nos queda de ella es un negativo de cristal roto y la duda de su autoría.

El mundo estaba sumergido en una de las crisis más graves que ha conocido el hombre moderno. La caída de la bolsa en el 29 había arrastrado a todo el mundo. Poco a poco en las ciudades fueron levantando, con ayuda de las grandes fortunas, numerosas construcciones y edificios para crear empleo… Una de las empresas más importantes fue la creación del complejo Rockefeller Center de Nueva York, un conjunto de 14 edificios en el centro de la gran ciudad.

Y en el piso 69 del edificio RCA, un fotógrafo subió con su cámara de placas de cristal para inmortalizar a 11 obreros en el momento del almuerzo. Con un detalle importante, estaban sentados en una viga a más de 200 metros de altura. Sin ningún arnés de seguridad a la vista y como si estuvieran sentados en el parque con sus familias.

Esta instantánea se publicó por primera vez el 2 de octubre de 1932 en el New York Herald Tribune. Y como ocurre demasiadas veces, sin firma. Así que es imposible saber de primera mano quién es el autor de una de las fotografías más famosas de la historia. Hoy en día se considera anónima pero ha sido atribuida a dos autores a lo largo de sus 90 años de historia.

El negativo se conserva. Lo tenía la agencia Corbis, que ahora pertenece a Visual China Group y que está asociada con Getty Images para los derechos de imagen fuera de China. Un pequeño lío.

Lo más curioso es que el negativo está roto, partido por la mitad. Es una negativo grande de cristal que en algún momento se cayó. Así que lo que vemos ahora está siempre retocado. Seguro que circula un perfecto archivo digital del que se hacen todas las copias que circulan por el mundo.

Menvi
Charles Ebbets, uno de los posibles autores

A juzgar por las numerosas imágenes que se conservan de aquellos años en los que la seguridad del trabajador brillaba por su ausencia, estoy casi convencido de que fue una moda… Incluso hicieron películas cómicas sobre el tema. Todos querían hacer una fotografía que promocionara y animara a la población. Hoy todos nos llevaríamos las manos a la cabeza.

No podemos olvidar que en la construcción de los grandes rascacielos está calculado que murieron más de 400 obreros en menos de 10 años. A lo mejor era una forma inocente de mostrar que no pasaba nada. Puede que solo fuera para promocionar la construcción… ¿quién sabe?

Es una fotografía de una calidad impresionante. La exposición es perfecta, no hay nada quemado ni subexpuesto. Y la nitidez que tiene permite distinguir hasta el más mínimo detalle. Muchos se preguntaran cómo es posible. Simplemente por el tamaño del negativo y el objetivo utilizado.

La autoría de la imagen

La fotografía es anónima. Como hemos señalado antes, ha tenido dos autores. En primer lugar se atribuyó a Lewis Hine, el fotógrafo que permitió abolir el trabajo infantil gracias a su trabajo. Por aquel entonces trabajaba documentando la construcción de otro importante edificio, el Empire State Building. Como se terminó en 1931 muchos pensaron que siguió trabajando en las alturas.

Más tarde, en 2003 la familia del fotógrafo Charles Ebbets aseguró que el disparo era suyo. De hecho se llegó a celebrar una fiesta con una gran impresión de la imagen en el mismo edificio en el que se realizó el disparo. Pero con el paso del tiempo las dudas han aumentado y hoy en día se habla de cuatro fotógrafos como posibles autores (los dos nombres que faltan son William Letwich y Thomas Kelly). Un lío mayúsculo que ha llevado a declararla anónima.

The previously unpublished version of the iconic photograph.

En el fondo da igual… Es una imagen impactante. Puede que sea una argucia publicitaria. Puede que el peligro que desprende no fuera tal porque debajo tenían un piso totalmente terminado y el uso de la perspectiva y el punto de vista nos hacen sentir que bajo sus pies está el vacío…

En aquellos años empezaba la prevención de riesgos laborales. Y es un ejemplo perfecto de la locura del hombre. Con el paso del tiempo las cosas cambian y hay que contemplarlas desde esta perspectiva. Es una fotografía que habla de un tiempo pasado que esperamos que no se repita.

De todas formas podemos ver un documental estrenado en 2012 llamado ‘Men at lunch’ donde cuentan toda la historia oculta de una fotografía que no deja de fascinarnos. Ahí puede que encontremos las respuestas a nuestras dudas. Pero os aseguro que cuando termine solo conseguiréis más preguntas. Es una época fascinante en todos los sentidos de la que parece que nos hemos aprendido nada. Y este disparo estará siempre ahí como recuerdo de aquella época.

Durante mucho tiempo se ha llegado a pensar que una de las fotografías más famosas de todos los tiempos es un posado. Es decir, que fue una campaña promovida por el propio Rockefeller para promocionar la construcción de sus rascacielos. La fotografía no dejaría de tener valor, pero ya no estaríamos viendo a unos obreros en su momento de descanso, sino a unos artistas equilibristas haciendo su trabajo. Este matiz es importante, desde luego.

Lo más curioso de toda esta historia, es que una de las fotografías más reproducidas y copiadas y que ha servido de inspiración para muchos homenajes, no tiene autor conocido.

Lo más curioso de toda esta historia, es que una de las fotografías más reproducidas y copiadas y que ha servido de inspiración para muchos homenajes, no tiene autor conocido. Es una fotografía de prensa, que apareció en el New York Herald Tribune, el 2 de octubre de 1932. Como era tradición, y como muchos siguen pensando que todavía es, no estaba firmada.

Durante mucho tiempo se pensó que era del gran Lewis Hine, pero últimamente se apuesta por Charles C. Ebbets. La verdad es que en el documental dicen desconocer al autor. Hubo muchos fotógrafos en esa construcción y no se atreven a apostar por nadie. Sin embargo, todos seguiremos temblando fascinados ante los obreros que construyeron la ciudad de los rascacielos.

Uno de los ‘hombres de la viga’ de la famosísima fotografía tomada en el rascacielos Rockefeller Center de Nueva York era vasco.

Fuentes xatakafoto.com y Ferfotoblog.