De una encuesta realizada por Henley Business School en Reino Unido a 2.000 empleados y 500 empresarios ingleses se extrae que el 77% de los trabajadores observan un vínculo claro entre una semana de cuatro días y una mejor calidad de vida personal. Entre las ventajas que arguyen sus defensores se encuentran la posibilidad de que se produzcan menos contagios por el virus, que baje la aglomeración de personas en el transporte público y a la vez, una mejora de la conciliación familiar y más consumo y gasto por parte de las ciudadanos. Uno de los propulsores de esta medida dentro de nuestro país es la plataforma 4suma!, una iniciativa que surge en pleno estado de alarma con el objetivo de reivindicar la implantación de un nuevo paradigma laboral en aras de «reiventar la vida» y a la vez, aumentar la productividad en un momento crítico para las empresas y el mercado de trabajo.
«Ahora es un buen momento para plantear cambios, ya que las empresas, trabajadores y clientes están más abiertos a estos», explica la cofundadora de Ephimera e impulsora de la plataforma 4suma!, María Alvarez en conversación telefónica. «En nuestra empresa se nos planteó un problema al reincoporar de forma presencial a la plantilla tras las semanas de confinamiento por la necesidad de conciliacion al no haber colegio y por las dificultades para el desplazamiento en transporte público. Mi socia y yo llegamos a la conclusión de que la semana laboral de cuatro días resolvía parte del problema». «Además, uno de los grandes efectos de la reducción de la semana es que aumenta el consumo local, el turismo de interior, la facturación de la hostelería y los comercios de las ciudades. Esto es algo nos hace mucha falta en este momento», añade Álvarez.
Para José Canseco, profesor de RRHH en EAE Business School, este paradigma «es una evolución natural del mercado de trabajo». «Hace 100 años se trabajaba una cantidad ingente de horas y poco a poco, las jornadas se han ido reduciendo, de forma natural», señala. Canseco va más allá y cree que el mercado laboral va hacia jornadas de seis horas, pero recuerda que para llegar a esto, las plantillas deben ganar en productividad y eficiencia. «La tecnología tiene mucho que hacer, pero tambien los hábitos de trabajo», remarca el profesor de EAE Business School.
Además, Canseco coincide en que la pandemia del coronavirus ha servido para cambiar la mentalidad de muchos empresarios. «La pandemia ha puesto de manifiesto que gran parte de las compañías estaban preparadas para el teletrabajo y qie los que no estaban preparados, lo han hecho en una semana o en un fin de semana porque las circunstancias así lo han obligado. Aquellos que tenían un bloqueo mental o no confiaban en el teletrabajo porque creían que iba a ser menos productivo o la gente se iba a escaquear, han visto que la mayoría trabaja más y mejor», afirma. «Antes del Covid, España se encontraba a la cola del teletrabajo y a pesar de ello, las empresas se han adaptado en días ante la pandemia», añade la fundadora de 4suma!.