Ferrol recordó este jueves, 10 de marzo, con dos manifestaciones y sendas ofrendas florales, el cincuenta aniversario de los sucesos de 1972, cuando dos trabajadores de la antigua Bazán, Amador Rey y Daniel Niebla, fueron asesinados por la policía cuando participaban en una manifestación del sector naval, en la que reclamaban tener un convenio colectivo propio. Ambas marchas partieron de la puerta de Navantia Ferrol y finalizaron ante el monumento al 10 de Marzo, en el barrio de Recimil, una con salida a las 11:30 horas, la convocada por CCOO, y la otra, organizada por la CIG, media hora más tarde, a las 12:00 horas.
Además, el Ayuntamiento de Ferrol volvió a celebrar un acto institucional con una ofrenda floral que presidió el alcalde Ángel Mato. “Cada 10 de marzo, Ferrol y Galicia acuden a pie de este monumento para recordar que nuestra libertad tiene un precio”, indicó el alcalde al inicio de su intervención. “Es justo que homenajeemos a las personas a las que les costó la vida algo que 50 años después vemos tan natural, como es la defensa sus derechos”, dijo. También “es necesario que reconozcamos y valoremos el sacrificio de tantos otros de sus compañeros, heridos, torturados, represaliados”. A continuación se celebró la tradicional ofrenda floral ante lo monolito.
“Los asesinatos del 10 de marzo de 1972 se enmarcaron dentro de un proceso de intensísimas movilizaciones laborales que, además de pretender la mejora de las condiciones de trabajo, supusieron el gran problema de desestabilización en la parte final del Franquismo”.
En el acto del barrio de Recimil también estuvo presente el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, para rendir “un homenaje al movimiento sindical obrero que está personificado en Daniel y Amador, que dieron su vida por unos valores que nos permiten vivir ahora en democracia y que tenemos el deber de preservar”, subrayó González Formoso. El presidente provincial insistió en que estos principios y valores democráticos “nunca están garantizados, tenemos que regar esa flor de la democracia y de la libertad permanentemente”.
Por su parte, el sindicato CIG ha organizado en solitario su movilización y su ofrenda floral, en la que su secretario xeral, Paulo Carril, destacaba que “este es un acto de reconocimiento, pero también de reivindicación de la lucha y de la reivindicación del año 1972 que está plenamente vigente”, un momento “en el que el derecho por una negociación colectiva sin que sea desde Madrid, está en entredicho”.
El máximo responsable del sindicato nacionalista ha asegurado que este 10 de marzo obliga “con más fuerza que nunca” a “salir a la calle”, dada la “situación de crisis”, con la guerra en Ucrania, con la que “se quiere justificar una serie de medidas laborales y económicas neoliberales que empobrecen más a la clase trabajadora”.