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Concentración en apoyo a los detenidos por las movilizaciones del metal

  • CMT y CGT convocaron una concentración delante de la Comisaría de El Puerto donde estuvieron detenidos por la mañana los cinco vecinos de Río San Pedro
  • «Parece que el Gobierno más progresista ha adoptado las viejas formas fascistas de represión»

Varias organizaciones, entre ellas la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CMT) y CGT, convocaron una concentración este jueves delante de la Comisaría de El Puerto de Santa María donde estuvieron detenidos por la mañana los cinco vecinos de Río San Pedro. “No se puede permitir esto después de todos los palos que llevamos, después de que metieran una tanqueta en un barrio obrero, de las bolas de goma que tiraban pintadas con Viva España, de la represión brutal que ejercieron contra la clase trabajadora”, dice un portavoz de CMT.

Como integrante de la denominada Confluencia Sindical de la Bahía, esta organización difundió un comunicado en el que afirma: “Parece que el Gobierno más progresista ha adoptado las viejas formas fascistas de represión, con el claro propósito de inculcar miedo entre la clase trabajadora”.

Los rescoldos de la huelga que mantuvo paralizado durante nueve días de noviembre el sector del metal de Cádiz no se han apagado aún del todo. La detención de seis personas que participaron en aquellos piquetes, acusadas de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, volvió a remover ayer las ascuas. En especial, en el barrio obrero Río San Pedro de Puerto Real, donde viven cinco de los detenidos y donde se vio durante la huelga a una tanqueta de la Policía encarar barricadas y manifestantes. «En la barriada hay un cabreo y un hartazgo generalizado», advierte su Plataforma Vecinal.

Río San Pedro fue construido hace 40 años en una zona muy próxima a los dos puentes que conectan Puerto Real con Cádiz, una ubicación que ha propiciado que la mayoría de sus ya cerca de 8.000 vecinos procedan de la capital gaditana, donde el suelo escasea y el precio de la vivienda sea muchas veces prohibitivo. Entre terrenos del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, próximo al polígono industrial donde se encuentran dos de las grandes empresas del metal, Navantia y Dragados Offshore, y no muy lejos de la isla del Trocadero, el lugar desde el que las tropas francesas intentaron infructuosamente el asalto a Cádiz en el siglo XIX, ahí se levanta esta barriada que ha vivido en los últimas semanas algunos de sus momentos más complicados por las protestas de los trabajadores de un sector vital para la economía de la zona.

El último episodio se produjo este jueves, más de tres semanas después del fin de la huelga del metal. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía –en varias furgonetas, según algunos testigos- se presentaron a primera hora de la mañana en el barrio para detener a cinco personas por los disturbios que se produjeron durante las movilizaciones de los trabajadores metalúrgicos, acusados de los delitos de desórdenes públicos, atentado contra agentes de la autoridad, lesiones y daños, según un comunicado de la Policía. Esas personas fueron trasladadas a la Comisaría de la localidad vecina de El Puerto de Santa María, donde se les puso en libertad unas dos horas después con una citación para presentarse a declarar en el juzgado el próximo 12 de enero.

En el barrio llamó la atención el amplio despliegue de vehículos para esta intervención, algo que, según un portavoz policial, se hizo con el único fin de evitar altercados. También sorprendió que se realizara una operación de este tipo cuando se trataba únicamente de llevar a unas personas a declarar la comisaría, algo que se puede resolver mediante el envío a domicilio de una notificación previa, algo que sí se hizo, en cambio, con otra persona investigada por los mismos hechos y que fue citada para personarse en la Comisaría de la capital gaditana.

Las detenciones y las formas tampoco han sentado nada bien en la Plataforma Vecinal de Río San Pedro, que ya había expresado su malestar con la actuación de las fuerzas del orden durante las protestas de la huelga del metal y con el paseo de una tanqueta de la Policía por el barrio. El vehículo fue objeto de polémica en el seno del propio Gobierno de coalición tras las críticas de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al Ministerio de Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska.

«En el barrio hay cabreo generalizado, porque parecía que se había acabado ya la pesadilla y se sigue aplicando la ley mordaza, con detenciones algunas desagradables, según nos han dicho, una a la puerta de un colegio», señala el portavoz de la Plataforma, Felipe Marín.

A juicio de la organización vecinal, no tiene sentido que se produzca un despliegue policial como el que se llevó a cabo para detener a cinco personas en una barriada obrera que sólo lucha por sobrevivir. «Aunque se dice que algunos no son trabajadores del metal, aquí la solidaridad es máxima con este sector, porque todos tenemos a alguien en la familia, amigos, que trabajan en el metal, y todos hemos visto su deterioro paulatino, la precariedad… Esto es la selva», explica Marín.

El acta de detención de uno de los investigados, según ha podido comprobar este periódico, refleja que los hechos que se le imputan tuvieron lugar en el barrio Río San Pedro el pasado 22 de noviembre, «durante varias horas». Ese día, lunes, fue el inicio de la segunda semana de movilizaciones de los trabajadores del metal y cuando se produjeron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios en las proximidades de centros educativos de la zona, coincidiendo con la entrada del alumnado a los colegios, lo que provocó las protestas de muchos vecinos.

Varias organizaciones, entre ellas la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CMT) y CGT, habían convocado una concentración para la tarde de este jueves delante de la Comisaría de El Puerto de Santa María donde estuvieron detenidos por la mañana los cinco vecinos de Río San Pedro. «No se puede permitir esto después de todos los palos que llevamos, después de que metieran una tanqueta en un barrio obrero, de las bolas de goma que tiraban pintadas con Viva España, de la represión brutal que ejercieron contra la clase trabajadora», dice un portavoz de CMT.

Como integrante de la denominada Confluencia Sindical de la Bahía, esta organización difundió un comunicado en el que afirma: «Parece que el Gobierno más progresista ha adoptado las viejas formas fascistas de represión, con el claro propósito de inculcar miedo entre la clase trabajadora».