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La huelga del metal alcanza un 90% de seguimiento y la CEOE anima al gobierno a encarcelar a los huelguistas

La huelga del metal cántabro ha cerrado empresas “grandes y pequeñas” en Santander, Torrelavega, Guarnizo, Ampuero y Reinosa. A tres años de la anterior huelga que paralizó el metal durante 21 días, los 22.000 obreros del metal vuelven a luchar para recuperar el salario perdido. Mientras tanto la patronal insulta a los huelguistas llamándolos “delincuentes”.

Este martes los principales polígonos de Cantabria amanecieron bloqueados por piquetes y barricadas. Obreros Teknia, Solvay, Sidenor, proveedoras, empresas auxiliares y subcontratas, nutrieron los piquetes desde las cinco de la mañana. La bronca se ha reflejado en un 90% de seguimiento y con hogueras en las rotondas y entradas a polígonos como el de Guarnizo. Algunas de las empresas más grandes, a pesar de tener ya convenio propio como Global Steel Wire, también han cerrado por no contar con los empleados de subcontratas.

Los trabajadores denuncian que por cada reunión mantenida con la patronal (PYMETAL), ésta reduce cada vez más sus propuestas, a pesar de estar obteniendo enormes beneficios en el último tiempo. No solo eso, sino que hoy por la mañana el presidente de la CEOE en Cantabria ha tratado de criminalizar a los huelguistas afirmando que “la administración pública debe responder de una forma contundente y no permitir los actos de delincuencia que están teniendo lugar hoy.” Y señalaba que a los huelguistas que estaban en los piquetes debían ir “a la cárcel”.

Los trabajadores únicamente exigen mejoras en el convenio colectivo para no perder poder adquisitivo, en concreto exigen recuperar el salario perdido por la inflación durante el anterior convenio y mantener los derechos ya recogidos. La patronal no solo se niega a aumentar un 3,5% el salario para recuperar el poder adquisitivo perdido, sino que ante esta exigencia ha respondido proponiendo eliminar la mejora de la paga de vacaciones y reducir el plus de nocturnidad.

En realidad, la verdadera delincuente es PYMETAL, que juega con el sustento de 22.000 familias, y continúa negándose a mejorar el salario. Es por eso que los principales sindicatos, UGT, CCOO y USO, han convocado otra huelga el 5 de junio, que promete ser mucho más contundente que la del día de hoy. En caso de que PYMETAL continúe cerrada en banda se ira a huelga indefinida a partir del 9 de junio.

El enorme seguimiento y la combatividad de los piquetes muestra que hay moral suficiente como para que los 22.000 obreros del metal logren torcer el brazo a la patronal. Que hay espíritu de lucha como para poder imponer un aumento salarial que revierta el retroceso durante el último convenio. Pero para conseguirlo no basta con reforzar los piquetes, hay que exigir a los grandes sindicatos que convoquen asambleas tras las jornadas de huelga para decidir cómo continuar la lucha y extenderla a otros sectores. Hay que exigir a las direcciones de CCOO, UGT y USO, que convoquen ya huelga en las grandes empresas del metal que tienen convenio propio, para que la huelga sea aún más contundente, y la presión sobre estas grandes empresas obliguen a PYMETAL a sentarse a negociar.

La memoria de la huelga de 2022 está presente. Los sindicatos combativos tienen que animar e impulsar estas asambleas, para no regalárselas a los burócratas y liberados de CCOO, USO y UGT. No podemos olvidar que ya en 2022, tras una huelga heroica de 21 días, los dirigentes de los grandes sindicatos lograron desconvocar la huelga aprobando en asamblea un convenio ¡que no resolvió ninguna de las reivindicaciones principales que comenzaron el conflicto! Por eso es muy importante impulsar asambleas, tomar parte en ellas, y que sean el lugar desde el que se decida el rumbo a seguir.