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Sindicalismo en EEUU: Starbucks, Amazon y nuevas formas de entender que el trabajo debe ser compatible con la vida

  • Os dejamos con varios titulares internacionales sobre la situación de la clase obrera en EEUU, así como un artículo publicado en “Los Ángeles Times” que reflexiona sobre el trabajo después del Covid.
Los trabajadores de un centro de Amazon en Alabama votan por segunda vez para sindicalizarse; Amazon evade el pago de 5.000 millones de dólares en impuestos.

Los trabajadores de un centro de distribución de Amazon en la ciudad de Bessemer, en el estado de Alabama, votarán por segunda vez sobre la iniciativa para conformar un sindicato. La votación, que se llevará a cabo por correo, comenzó este viernes. La nueva votación se produce después de que la Junta Nacional de Relaciones Laborales descubriera que Amazon interfirió en las primeras elecciones que se llevaron a cabo en 2021.

Mientras tanto, un nuevo informe concluyó que la empresa Amazon pudo evadir el pago de más de 5.000 millones de dólares en impuestos federales sobre la renta en 2021. Amazon reportó ingresos récord de 35.000 millones de dólares en 2021, pero se benefició de una tasa de impuesto federal sobre la renta de solo el 6%, gracias a las exenciones de impuestos corporativos. El informe, emitido por la organización Institute on Taxation and Economic Policy, señala: “La estrategia de Amazon para mantener su supremacía se basa en dos tácticas: evadir impuestos y usar los ahorros para financiar un estrangulamiento lento de su competencia minorista”.

Un establecimiento de la cadena Starbucks de la ciudad de Memphis despide a los trabajadores que organizaron una campaña para sindicalizarse

En el estado de Tennessee, los trabajadores de la cadena de cafeterías y comida rápida Starbucks están criticando públicamente a la empresa después de que los despidiera por organizar una campaña sindical en un establecimiento de la ciudad de Memphis. Los trabajadores despedidos afirman que se niegan a ser silenciados y piden a los empleados de Starbucks de todo el país que se sindicalicen.

Demanda contra la empresa automotriz Tesla por discriminación racial

El Departamento de Igualdad en el Empleo y la Vivienda del estado de California recibió cientos de quejas de trabajadores negros en la planta que la empresa Tesla opera en la ciudad de Fremont. Los trabajadores denuncian que fueron objeto de insultos raciales y que recibieron un trato no igualitario en las asignaciones de trabajo, las sanciones, las remuneraciones y los ascensos. En 2021, un jurado federal en California ordenó a la empresa Tesla pagar 137 millones de dólares por daños y perjuicios a Owen Díaz, un hombre negro que sufrió discriminación racial mientras trabajaba en Tesla como operador de ascensores.

La vida laboral nunca será igual. Necesitamos algunos días en persona y otros a distancia

(*)Por Nicholas Bloom Publicado en Los Angeles Times.

Antes de la pandemia, pocas personas se tomaban en serio el trabajo a distancia. Investigando el fenómeno durante casi 20 años, escuché con frecuencia comentarios despectivos, como “trabajar desde casa, eludir desde casa”.

Todo esto cambió en marzo de 2020, y nunca volveremos al lugar de trabajo de 2019. Incluso las empresas que presionaron agresivamente en la primavera de 2021 para que los trabajadores regresaran a la oficina, como Goldman Sachs y JPMorgan, pospusieron sus mandatos.

El trabajo desde casa se multiplicó por doce entre 2017-2018 y mayo de 2020. La pandemia es el mayor impacto en la vida laboral estadounidense desde el cambio a la producción militar durante la Segunda Guerra Mundial.

Los empleados están impulsando esta revolución. Las encuestas realizadas a 50.000 trabajadores de todo el país revelan que, en promedio, quieren trabajar desde casa 2.5 días a la semana. Los empleados que laboran desde su hogar me cuentan con frecuencia cómo disfrutan de la libertad de poder ir al gimnasio o al dentista durante un día de la semana, recuperando el tiempo de trabajo por las tardes o los fines de semana. Me gusta poder recoger a mis hijos de la escuela en los días que laboro desde mi hogar. Los empleados con hijos pequeños son los que más desean trabajar desde casa.

A medida que la pandemia se ha ido prolongando, muchos de nosotros nos hemos sentido cada vez más cómodos con las interacciones humanas a distancia. La rápida propagación de las nuevas variantes del coronavirus está socavando aún más la presión de los empleadores por un retorno a tiempo completo.

De hecho, conseguir que los empleados vuelvan a la oficina es ahora un gran desafío. Las empresas que quieren más trabajo en persona tendrán que superar algunos obstáculos importantes.

En primer lugar, está el mercado laboral. Una encuesta realizada en diciembre reveló que más del 40% de los empleados estadounidenses empezarían a buscar otro trabajo o renunciarían inmediatamente si se les ordenara regresar a la oficina a tiempo completo. No es de extrañar, pues, que después de que Goldman Sachs exigiera a sus empleados que volvieran a la oficina a tiempo completo, la compañía anunciara que aumentaría su sueldo inicial para los analistas de primer año en casi un 30%. En esta nueva era, si desea que los empleados estén en la oficina a tiempo completo, tiene que pagar por ello.

Una cuestión más sutil es la diversidad de la fuerza laboral. Los datos de la encuesta muestran que las personas de color y las mujeres con estudios superiores y con hijos pequeños valoran especialmente la posibilidad de trabajar desde el hogar al menos una parte de la semana. Una explicación es que se enfrentan a un entorno laboral menos positivo en persona. Los empleadores que prohíben el trabajo desde casa se arriesgan a expulsar a estos empleados. Muchas organizaciones se esfuerzan por mejorar la representación de las mujeres y las minorías, especialmente en la dirección. Esto puede resultar incompatible con la exigencia de laborar solo en persona.

Las preocupaciones ambientales también deberían ser importantes. Trabajar de forma remota reduce la contaminación derivada de los desplazamientos y los viajes de negocios, dado que el transporte genera alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos.

Por último, el tiempo es un recurso finito. El trabajo a distancia ahorra millones de horas de desplazamiento cada semana. Los viajes de ida y vuelta al lugar de empleo merman nuestra productividad colectiva, tanto en el trabajo como en la vida personal. Algunos datos de Europa y América del Norte muestran que cuando las personas se pasaron al trabajo a distancia durante la pandemia, terminaron laborando más horas, lo cual no es una gran noticia para el equilibrio entre la vida laboral y la personal, sin duda, pero es un hecho que muchos empleadores celebrarían.

Sin embargo, muchos jefes quieren que la gente regrese a la oficina.

Entonces, ¿qué debemos hacer? Mi consejo es reconocer la realidad del nuevo mercado laboral y adaptarse. Los horarios híbridos son el futuro, con empleados que pasan un promedio de tres días a la semana en la oficina. Los martes, miércoles y jueves, por ejemplo, pueden ser días sociales y muy comprometidos, llenos de reuniones en persona, eventos y conectividad. Los lunes y los viernes serían días de trabajo desde casa, para realizar tareas tranquilas como leer, escribir y pequeñas reuniones a distancia. Los estudios sugieren que este enfoque híbrido aumenta la productividad en un 5% en promedio en comparación con el modelo presencial a tiempo completo, lo que lo convierte en una situación beneficiosa para las empresas y los empleados.

No todo el mundo se beneficiará de un cambio cultural hacia el trabajo desde casa. Estamos pasando rápidamente a una fuerza de trabajo de tres niveles. Una investigación realizada por José Barrero, Steve Davis y yo mismo ha revelado que alrededor del 35% de los trabajadores pueden laborar, al menos en parte, desde el hogar. Por lo general, son profesionales y ejecutivos con estudios universitarios. Otro 15% de un grupo demográfico similar puede trabajar de forma remota todo el tiempo. Pero alrededor del 50% de todos los empleados tienen que laborar completamente en persona.

Se trata de personas que ocupan empleos de primera línea en el comercio minorista, la industria manufacturera, de atención médica y otras industrias de servicios. Sus puestos suelen estar mal pagados y no requieren títulos universitarios. El trabajo a distancia parece ampliar inevitablemente las disparidades existentes en la fuerza laboral. Los directivos de todo el país me han dicho que han subido los sueldos de los empleados de primera línea para compensar, y que están intentando incrementar la flexibilidad de sus horarios de trabajo. Un horario híbrido para los que pueden laborar de forma remota también ayudará a reducir esta brecha.

El modelo híbrido evita que todos nos dejemos llevar por el cambio al trabajo a distancia. Algunos ejecutivos están comprensiblemente entusiasmados con el ahorro de costos, pero me preocupa que un impulso basado en los costos para el trabajo completamente remoto pueda exprimir la alegría de la vida laboral, que incluye la socialización con los colegas y la oportunidad de reforzar los valores compartidos en el lugar de trabajo. Me temo que el exceso de trabajo desde casa también podría exacerbar una sociedad ya altamente polarizada.

Mientras los empleadores y los empleados piensan en cuándo y cómo volver al trabajo en persona, debemos estar abiertos a explorar diferentes enfoques. Los directores generales tendrán que aceptar esas tres palabras más difíciles de pronunciar, “no lo sé”, porque hay muchas cosas que todavía son inciertas. Pero si aprovechamos esta oportunidad para reexaminar el futuro del trabajo, aún podríamos sacar algo positivo de la pandemia.

(*)Nicholas Bloom es profesor de economía en la Universidad de Stanford y codirector del programa de Productividad, Innovación y Emprendimiento de la Oficina Nacional de Investigación Económica.