CGT-LKN se moviliza ante la Subdelegación de Gobierno en Bilbao para señalar que “es una ilusión considerar que es posible mejorar las condiciones laborales permitiendo que la patronal tenga derecho a veto en la legislación laboral”.
Las trabajadoras y trabajadores estamos acostumbradas a que no se nos regale nada. El acuerdo del Gobierno con la patronal y las cúpulas de CCOO y UGT no es una excepción. El Gobierno incumple su compromiso de derogar la reforma laboral del Partido Popular legitimando y reforzando los pilares centrales de las reformas laborales impuestas por el PSOE de Zapatero primero y Mariano Rajoy después.
Con este acuerdo no se recuperan las indemnizaciones por despido ni los salarios de tramitación, no se recupera la autorización administrativa de los despidos colectivos (ERE), se mantiene la flexibilidad para los despidos objetivos, no se recupera la prioridad del convenio sectorial sobre el de empresa, excepto en la cuestión salarial.
Se recupera parcialmente la ultractividad de los convenios, pero a día de hoy solo el 14% de las trabajadoras están incluidas en convenios que cuentan con una clausula que garantice la subida salarial al mismo nivel que el IPC.
En 2008 estaban incluidos un 70% de las personas asalariadas. Esta “no reforma” permite que la empresa pueda llevar a cabo unilateralmente modificaciones sustanciales de las condiciones laborales.
Si el presidente de la patronal CEOE manifiesta que este acuerdo no toca los pilares básicos de las anteriores reformas no puede considerarse de ningún modo un avance. Es una ilusión considerar que es posible mejorar las condiciones laborales permitiendo que la patronal tenga derecho a veto en la legislación laboral.
El famoso “consenso social” significa renunciar a establecer una legislación claramente favorable hacia la clase trabajadora. En un contexto de crisis económica y ecológica como el actual, impulsar una legislación valiente en favor de la clase trabajadora que reduzca el poder empresarial, es lo mínimo que podemos exigir. Por eso exigimos al Gobierno que no acuerde nuestros derechos con la patronal e impulse una legislación laboral que aumente el poder de la clase trabajadora. En ese sentido, derogar la reforma laboral significa:
- Prohibir los despidos en empresas con beneficios.
- Recuperar los salarios de tramitación y la indemnización de 45 días por año trabajado.
- Ante la improcedencia del despido, recuperar el derecho del trabajador/a de optar por la indemnización o por la readmisión.
- Prohibición de las ETT recuperando el Servicio de Empleo Público Estatal dicha actividad.
- Los contratos laborales deben ser indefinidos. Limitar el número de trabajadores en las empresas con contratos temporales, no superando nunca el 15% del total de la plantilla.
Regular estrictamente las condiciones de la causalidad extraordinaria y específica de los temporales.
- Modificación del artículo 42 referido a la subcontratación de obras y servicios para evitar su uso fraudulento y torticero.
- Prohibir la externalización de los procesos que formen parte de la actividad productiva
- El Convenio Sectorial debe situar las condiciones marco para el conjunto de las personas del ramo, reservando a los Convenios de Empresa la mejora de lo convenido en los sectoriales, no pudiendo modificar negativamente lo ya acordado.
- Recuperación de la ultraactividad de los convenios.
- Eliminar la potestad empresarial de modificar las condiciones de trabajo y salario.
- Reducción jornada laboral: 32h semanales sin reducción de salario.
