Habrá huelga. El comité de empresa de la platilla del Hospital de Manises y la empresa concesionaria han celebrado esta mañana un acto de conciliación (TAL) previo en el que cada parte se ha mantenido firme en su postura. Los representantes del personal habían solicitado en los últimos meses a la empresa que gestiona el servicio sanitario que se sentara a dialogar y “evitar procedimientos judiciales y movilizaciones». Finalmente no ha habido acuerdo y la convocatoria de huelga ya ha sido presentada por registro de entrada con fecha de inicio para el próximo 14 de febrero. Los paros afectarán a todo el área de salud, es decir a los 14 municipios, con una población de 200.000 habitantes, y al propio hospital.
Ahora se deberán acordar unos servicios mínimos, similares a los de un domingo, avanzan, exceptuando dialisis, UHD, y hospital de día que mantendrán su actividad para no perjudicar la atención al paciente”, matizan. Así, los servicios de Hospitalización, Urgencias, UCI, Diálisis, Hospital de Día, UHD, Paritorio y Neonatos realizarán paros diarios de 12 a 13 horas. Además, el bloque quirúrgico permanecerá cerrado excepto el quirófano de urgencias y uno para pacientes oncológicos y la URPA tendrá un enfermero y un TCAE. Por su parte, las consultas externas, centro de especialidades, radiología, rehabilitación, suministros, farmacia, mantenimiento, unidad del sueño, USCI, informática, documentación sanitaria y admisión y personal no asistencial permanecerán cerrados. Los centros de atención primaria permanecerán cerrados y se establece el personal de un domingo.
El origen del conflicto se centra en la exigencia de la plantilla de disponer de un convenio propio, con mejores condiciones con las que pasar a formar parte de la plantilla de la Generalitat en el futuro. Actualmente, el 65% del personal está adherido al convenio marco de la sanidad privada valenciana, del que forman parte otros hospitales privados. El problema es que dicho convenio está caducado desde 2016, con lo que los salarios no han tenido siquiera la subida del IPC. Por contra, la concesionaria sanitaria se opone de plano a redactar un convenio propio, con el argumento de que en mayo del 2023 la conselleria iniciará la intervención del área de salud, paso previo al fin definitivo de la concesión, un año más tarde.
La plantilla de trabajadores pretende, tal como han manifestado en los últimos meses, acabar con la «precariedad» de las condiciones laborales a través de un convenio propio. Sin embargo, señalan que la gestora del área de salud «se ha negado rotundamente a sentarse a negociar cualquier mejora» con los representantes de los trabajadores. En este sentido, afean que desde el inicio de la concesión, en 2009, la adjudicataria ha conseguido «beneficios económicos que reparte entre sus inversores, beneficios obtenidos a costa de tener una plantilla estructural bajo mínimos a la que exprime sin ningún tipo de pudor a cambio de un salario que algunos profesionales tienen congelado desde hace 13 años». Se refieren a los profesionales que siguen trabajando desde la apertura del hospital, un 20% del total actual.
Desde el Comité de Empresa revelan que han propuesto a la empresa varias fórmulas de mejora de las condiciones laborales, sobre todo a nivel de retribuciones. “Siempre se ha negado”, aseguran. Una de ellas es que se instaure la cerrera de desarrollo profesional. “Se han cerrado en banda”, critican. Por tanto, califica de “estrategia” la subida salaria del 3,5% para una parte de la plantilla. “Lo anunciaron la semana tras decir que haríamos huelga. Si quieren mejorar los salarios deberían reunirse con el comité y analizar las mejoras y pactarlas para 2022,2023 y 2024”, sostienen. De hecho, puntualizan, “esas subidas que han anunciado no afectarán a la parte del personal que tenga complemento personal”.
Además, el personal denuncia el «déficit alarmante» de profesionales en todas las categorías, que afecta «gravemente» a la calidad asistencial de los pacientes y provocando situaciones de «estrés laboral y depresión en los trabajadores». Por ello, critican «la falta de previsión y una dejadez absoluta» por parte de la Gerencia del Hospital en estos años de pandemia.