Desde el Secretariado Permanente de la CGT de Cataluña queremos iniciar este comunicado con una autocrítica: ni los sindicatos combativos ni el tejido social anticapitalista hemos estado a la altura que la situación requería. Y esto no puede repetirse en el futuro.
No hace falta cargar demasiado las tintas contra sindicatos mayoritarios ni los partidos políticos institucionales porque hay que ser muy tierno para tener ningún tipo de esperanza que derogaran el nefasto articulado de la ultrarreforma del 2012. No esperamos nada de ellos porque todos forman parte del mismo sistema.
Todos estos años preparando la «derogación» han seguido el guión de las últimas décadas. Ridículas movilizaciones meramente estéticas, opacidad en las negociaciones, incapacidad política para legislar sin el permiso del empresariado. Hay que ser claros, compañeros y compañeras: Es imposible realizar un cambio de este alcance sin una potente presencia de conflicto, movilizaciones y huelgas generales en los centros de trabajo.
Es necesario, también, que movimientos sociales de todo tipo ayuden a los sindicatos combativos a poner el mundo laboral en el centro de nuestra acción política. Y que los sindicatos combativos sepamos transmitir esta necesidad a los movimientos sociales y establecer alianzas de igual a igual con otros muchos movimientos: por la vivienda, ecologista, de migrantes, feminista, etc. Urge mejorar las condiciones materiales y vitales de la clase trabajadora y esto no ocurrirá a nivel general sin una mayor confluencia y creación de conflictos coordinados entre todos nosotros. No sólo contra las reformas laborales.
Es necesario que nos lo creamos, que nos saquemos complejos respecto a nuestra capacidad, que es objetivamente creciente, y actuamos con este convencimiento. Se están sembrando entonces, pero es necesario que las regamos y sigamos juntando más brazos en las organizaciones obreras que luchan.
Dicho esto, la valoración general respecto a los cambios, a falta del redactado definitivo, tiene una primera consideración: el gobierno del PSOE y Unidas-Pondemos, CCOO y UGT validan con esta firma una parte de la terrible reforma de 2012 del PP. Concretamente se consolidan barbaridades como estas:
· Mantenimiento de la rebaja de indemnizaciones por despido improcedente. No sólo en cuanto a días por año trabajado (de 45 a 33), sino también con los topes máximos (de 42 mensualidades a 24) y eliminación de los salarios de tramitación en la mayoría de supuestos.
· No se recupera la autorización de la autoridad laboral para realizar un ERE.
· Se mantiene la facilidad extrema para justificar un ERE o Modificación sustancial de condiciones de trabajo (tener en cuenta posibles futuras pérdidas como razón objetiva o simple reducción de ingresos durante tres trimestres)
· Se mantiene la facultad del empresario para aplicar la jornada irregular de forma unilateral, hasta un 10% de las horas anuales del trabajador/a
· Se mantiene la inclusión del salario como aspecto que puede rebajar una modificación sustancial de condiciones de trabajo (instrumento para precarizar plantillas)
· Se mantiene la reducción del período de consultas de las modificaciones de trabajo a 15 días en vez de los 30 anteriores, lo que dificulta mucho la lucha en contra.
· Se mantiene la posibilidad de hacer horas extraordinarias en contratos a tiempo parcial (permitiendo la infracontratación flexible)
Incluso una medida anunciada a los cuatro vientos, como el retorno de la ultraactividad a los convenios sectoriales constatamos que, una vez leído el redactado, tendrá un alcance real ínfimo.
También ha trascendido que se da mayor peso a los contratos formativos, posiblemente para compensar las restricciones en los antiguos contratos de obra y servicio. A la espera del redactado definitivo, nos tememos que será una nueva forma de barra libre a la precariedad de los trabajadores de menos de 30 años, que podrán ir concatenando de un trabajo a otro y con cuotas patronales subvencionadas nuevamente con dinero público.
Aparte de estos y otros aspectos, desde la CGT de Cataluña no nos añadimos al consenso que dice que la nueva medida de ERTOS es una gran noticia para todos, porque no lo es. Se trata de una carta blanca a los empresarios para que flexibilicen sus plantillas con fondos públicos. Es decir, con dinero de todas y todos. Los despidos se dificultan introduciendo obstáculos, no realizando regalos a los empresarios.
Ahora bien, dentro de la oportunidad perdida hay aspectos que parecen cambiar pero de los que no nos pronunciaremos completamente hasta que vemos la letra pequeña. En el pasado reciente ya nos hemos encontrado con que redactados ambiguos de decretos y real decretos dejan mucho margen para quien tiene el poder, en este caso las empresas, sigan marcando la pauta. Lo hemos visto en el decreto de teletrabajo o en los ERTOs Covid.
Hasta que no ponemos más carne en la parrilla, esto es lo que tendremos. Y para cambiarlo no se necesita ni resignación, ni creer que la participación de cada uno, de cada persona, de cada organización no puede hacer nada al respecto.
Hacemos un llamamiento a la organización de todos en sindicatos combativos y colaborar más activamente entre nosotros para poder crear entre todos y todas el ariete plural que necesitamos como clase.
Secretariado Permanente de la CGT de Cataluña