El ataque contra los sistemas públicos de pensiones no es un aspecto nuevo, ya desde la década de los años 80 con el gobierno «socialista» al frente y posteriores del PP, reforma tras reforma, las condiciones de acceso y las pensiones han sido modificadas para menguarlas constantemente, exigiendo más años de cotización, pasando de 5 a 15 años, ampliando los años para el cálculo de 5 a 29, y alargando la edad de 65 a 67 años; pero es en los últimos años cuando ha tomado mayor dureza.
En nuestro país ya no es suficiente tener 67 años, ahora quieren arrancar cada vez más porción de las cotizaciones de las trabajadoras a la Seguridad Social, para entregarla al capital financiero. La patronal cuenta con la complicidad de la mayoría de los partidos del arco parlamentario y las direcciones de los «sindicatos» subvencionados, CCOO y UGT, a partir del Pacto de Toledo.
Es con esta alianza contra la que ha chocado el movimiento pensionista y el sindicalismo combativo en los últimos años. A pesar de la resistencia, el proyecto para privatizarnos ha dado nuevos pasos y el acceso a una pensión digna se aleja cada vez más de las posibilidades de la mayoría de personas.
Inverosimilmente, el eje de la lucha no ha sido a partir de las personas trabajadoras en activo (las más afectadas), sino mediante el movimiento pensionista.
El origen de la falta de respuesta del mundo laboral es el muro de silencio y desinformación que se ha tejido a su alrededor. La claudicación de los mencionados dirigentes sindicales y la manipulación que estos han hecho del contenido de las reformas han contribuido al hecho que la carga patronal avance, y hasta ahora, sin ningún tipo de resistencia en los centros de trabajo.
Falta información entre la mayoría de la población sobre la importancia de una buena cotización para obtener una pensión suficiente en caso de accidente o enfermedad antes de jubilarse.
Además, han conseguido que entre los jóvenes arraigue la idea que la lucha por sus pensiones futuras es algo absurdo y no merece la pena pelearse ni luchar por eso.
Desde la Mesa Sindical de Pensionistas de los Sindicatos firmantes queremos trasladar a las compañeras y compañeros que todavía estan en activo, que nuestra lucha es contra la pérdida de su salario futuro cuando sean pensionistas.
Reforma tras reforma, el sistema de pensiones produce una disminución de la prestación de pensión, a pesar de la permanente contribución al sistema con aportaciones directas y con el salario que no se percibe para ir directamente a la caja de la Seguridad Social (las empresas le llaman cotización empresarial) cuando en realidad es un salario diferido que no percibimos porque solidariamente y de manera intergeneracional se utiliza para que se cubran las pensiones actuales y se genere el derecho de las futuras.
Al mismo tiempo y de manera paralela a estas modificaciones y reformas del Sistema Público de Pensiones se establece, con publicidad engañosa y discursos fatalistas, la supuesta necesidad de facilitar y derivar dinero a las entidades financieras (bancos, aseguradoras, financieras y gestoras, incluida la participada como accionistas por CC.00. y UGT, etc.) para que mediante una comisión, gestionen parte de nuestro dinero. El incentivo es una rebaja del importe de las cotizaciones.
Estas entidades que ejercen en realidad el verdadero poder económico no tienen suficiente con la plusvalía que obtienen directamente de nuestro trabajo, sino que ambiciosos como son, quieren el control y gestión de nuestras pensiones, con el fin de especular con la economía financiera.
Ha de ser desde nuestra experiencia de pensionistas y de la lucha reivindicativa llevada a cabo, desde donde hay que trasladar a las personas trabajadoras que están en activo la confianza de que tenemos que continuar luchando para asegurar y garantizar que nuestro Sistema Público de Pensiones no sufra recortes y por eso hace falta que las últimas reformas se deroguen integramente, para continuar manteniendo que la base del cálculo de la pensión sea sobre 15 años y no sobre los 29 que pretenden, no es necesario que nuestra vida laboral se prolongue hasta los 67 años, en realidad a los 40 años de vida laboral ya tendríamos que tener derecho a la jubilación. Es necesario que la pensión mínima esté siempre por encima del umbral de la pobreza (+60% del salario medio), que en 2023 sea de 1250€ por 14 pagas y sin coeficientes reductores para los que han cotizado 30 años. La lucha para reivindicar que la brecha de género se elimine, es una cuestión por la que hemos que continuar combatiendo, hasta conseguir que la equiparación de los salarios y, en consecuencia, la de pensiones sea también una realidad.
Desde esta mesa de pensionistas sindicadas entendemos que no es una lucha que hemos de llevar sólo las personas que actualmente lo somos, sino que es imprescindible que todas aquellas que ahora están en activo, en los centros de trabajo, fábricas y secciones sindicales tengamos claro que el derecho a una prestación de pensión está totalmente ligado al trabajo actual. Los sindicatos en los que estamos organizados lo tenemos muy claro: el sistema público se defiende y se garantiza, por eso forma parte de nuestras reivindicaciones y constantes luchas, no podemos dejar nuestro futuro en manos de entidades financieras que sólo buscan sacar fondos de la caja de la Seguridad Social para ampliar su capital y continuar acumulando riqueza.
En las fábricas, en las asambleas, en los centros de trabajo, en las plazas y calles, hace falta que tengamos claro que hay que defender nuestro sistema público de pensiones, como hacemos con la enseñanza y el sistema de salud.
Nuestras propuestas Un Sistema Público de Pensiones Públicas dignas y suficientes para todas y todos, como un Derecho Social irrenunciable.
• Una Pensión mínima que esté siempre por encima del umbral de la pobreza, de 1.250 € ahora, y que garantice una vida digna para todas las personas.
• Revalorización de las Pensiones en relación al IPC real (sin trampas como el «IPC mediano»), para mantener la capacidad adquisitiva de las pensiones públicas.
• Romper con la brecha de género en las pensiones y especialmente las de viudedad, garantizando su equiparación a la pensión mínima de 1.250€.
• No a los Fondos Privados de Pensiones, sean del tipo que sean «colectivo» y/o profesional/asociativo, ni a la gestión privada de los fondos públicos.
• Derogación de todos los aspectos negativos de las reformas de las pensiones de 2011, 2013, 2021, 2022 y 2023. Retorno a la jubilación a los 65 años, avanzando hacia los 60 años con 30 cotizados. Periodo de cálculo de los mejores 15 años de cotización.
• Rechazamos el factor de sostenibilidad planteado por el PP y el «mecanismo de equidad Intergeneracional» incluido en esta última reforma del PSOE.
Las aportaciones a partir de los presupuestos del Estado, con impuestos y redistribución de la riqueza, son las que tienen que garantizar vivir dignamente durante nuestra jubilación.
La lucha unitaria es el camino, y tal como luchamos contra el capital en la empresa, tenemos que continuar luchando contra el capital financiero (representado en la UE y BCE), puesto que son la causa directa de la privación que sufre la clase trabajadora.
Mesa Sindical Pensionista de Catalunya:
CGT de Catalunya,
CNT,
Co.bas,
COS,
IAC y
Solidaritat Obrera
Octubre 2023
