Trabajar 78 horas a la semana: Miles de griegos se lanzan hoy a la calle en contra de la reforma laboral. El gobierno ultraconservador de Mitsotakis quiere permitir que se tengan dos trabajos a tiempo completo y ampliar la semana laboral, para algunos trabajos.
El gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis quiere aumentar aún más la jornada en el país que más trabaja de Europa.
Entre las nuevas reformas, está la posibilidad de optar a dos trabajos a tiempo completo con un límite de 13 horas diarias, 5 más de las 8 actuales. A esto hay que añadir que de cinco días laborables pasan a seis (en algunos sectores), que en total aumentaría la semana laboral de 45 a 78 horas.
«Se trata de un retorno al siglo XIX. Una especie de neoesclavitud en la línea de lo que vienen argumentando empresarios de extrema derecha» asegura Jorge Fonseca, economista de la Universidad Complutense de Madrid.
La ley también introduce contratos para los nuevos empleados de guardia, trabajadores que no tendrán un número de horas fijo por contrato. Además, el empleador podrá avisar solo 24 horas antes cuando quiera contar con ellos.
El derecho a huelga, denuncian los sindicatos, también se vería mermado. Los piquetes podrán enfrentarse a 6 meses de prisión y 5.000 euros de multa si bloquean la entrada o salida a quienes quieran trabajar, algo que «parte del ideario neoliberal que está intentando imponer su nuevo orden» señala Fonseca.
Y por último, un polémico cambio más: en su primer contrato los trabajadores podrán ser despedidos sin indemnización y sin motivo.
En Grecia se podrá trabajar hasta 13 horas por día y 6 días a la semana
Además, la nueva ley aprobada esta tarde por el Parlamento permite trabajar hasta los 74 años, 6 más que la edad jubilatoria. Miles de trabajadores se movilizaron para repudiar la nueva normativa en el marco de una huelga general convocada por los sindicatos.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, acaba de obtener un triunfo parlamentario al lograr que se apruebe una nueva ley laboral que flexibiliza las condiciones laborales a favor de los empresarios.
Pese a la huelga y movilización que protagonizaron miles de trabajadores de distintos gremios, el partido de gobierno, Nueva Democracia (ND), impuso su mayoría en el Parlamento y aprobó la ley que impone un sexto día laboral y la flexibilidad horaria de los empleados para adaptarlos a las necesidades de las empresas.
Todos los partidos de oposición, desde la extrema derecha hasta la izquierda, votaron en contra. Pero tras el triunfo electoral de junio pasado, donde Mitsotakis resultó reelecto, ND cuenta con mayoría automática con 158 diputados de un total de 300.
Durante una intervención en el Parlamento previa a la votación, el ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, defendió el proyecto señalando que el objetivo de la ley es «estimular el empleo» y «aumentar el número de puestos viables y correctamente pagados». Y agregó que la norma «ni elimina la jornada de ocho horas ni (la semana) de cinco días».
El Gobierno argumenta que la ley flexibiliza el horario para reducir el trabajo y las horas extraordinarias no declaradas y así protege a los trabajadores. La reforma permite a los trabajadores tener voluntariamente un segundo empleo, de un máximo de cinco horas diarias, junto a su actividad principal de ocho horas al día. En realidad, se trata de legalizar las condiciones de precarización laboral que ya sufre la mayoría de la clase trabajadora.
Además, la ley establece que las empresas de varios sectores pueden imponer un sexto día laboral por el que los trabajadores recibirán un 40 % adicional sobre el salario diario. Aunque establece que esto puede suceder «en condiciones excepcionales», tanto los sindicatos como la oposición argumentan que en la práctica los 6 días se convertirán en algo común, teniendo en cuenta también las «casi inexistentes» inspecciones de trabajo.
También se introducen contratos para «empleados de guardia» que prácticamente no tendrán un horario fijo sino que trabajarán cuando su empleador lo requiera, notificándolos 24 horas antes.
El falso argumento del gobierno de que una ley de estas características acabará con la desocupación, se cae por sí solo ya que el propio primer ministro prometió bajar es índice del 10,8 % actual al 8 %… en 2027. Es decir que según sus propias proyecciones, el impacto será mínimo y en un plazo de por lo menos 4 años.
Algo similar se puede deducir en cuanto a una supuesta mejora salarial. La realidad es que los trabajadores recibirán apenas un 40 % más por el sexto día de trabajo, y el salario que las empresas paguen por las 5 horas extras. Un ataque brutal a las condiciones laborales, a la salud física y mental de la clase trabajadora que prácticamente deberá dejar su vida en la empresa.
Los trabajadores respondieron con la huelga y movilización
Mientras tanto, miles de personas se movilizaron hoy en el centro de Atenas y en otras grandes ciudades del país, en el marco de la huelga de 24 horas convocada por ADEDI, el sindicato de funcionarios públicos a la que se sumaron los trabajadores del transporte urbano, así como el personal sanitario de los hospitales, docentes y profesores.
La capital amaneció sin metro ni trolebuses, mientras que los barcos permanecieron amarrados en los puertos en todo el país. En el caso de los controladores aéreos, el sindicato se sumó a la huelga pero fue considerada «ilegal y abusiva» por un tribunal de Atenas, por lo que todos los vuelos desde y hacia los aeropuertos griegos debieron realizarse normalmente.
Miles de personas protestaron también en Salónica, la segunda ciudad de Grecia, así como también en Patras, Larisa y otras ciudades.
«No nos convertiremos en esclavos modernos«. «Las ocho horas de jornada fueron y serán una conquista de los trabajadores». Frases como estas se podían leer en las pancartas de los manifestantes, que marcharon hasta el Parlamento, en la céntrica plaza de Syntagma.
«Con esta ley se elimina lo último que quedaba de derechos laborales en el país y se legalizan los seis días de trabajo, son medidas muy peligrosas», dijo a EFE un manifestante. Y esto en un país donde ya es una «práctica común» la economía sumergida y las horas extra no declaradas, añadió.
En las manifestaciones de la capital participaron también el jefe del grupo parlamentario del principal partido de oposición, el reformista Syriza, Sokratis Famelos, así como el secretario general del estalinista Partido Comunista, Dimitris Kutsubas.
Syriza señaló en un comunicado que el Gobierno avanza hacia la «plena desregulación» de derechos laborales fundamentales, como la jornada de cinco días y las ocho horas «en beneficio de los grandes intereses empresariales».
